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Espaciado entre oraciones

2010-02-17

En el pasado, los textos impresos en inglés presentaban un espaciado entre oraciones que era mayor que el espaciado entre palabras dentro de una misma oración. Esta práctica ha caído en desuso e incluso se ha vuelto muy mal vista en muchos lugares. Parece que una mayoría de profesionales opina que el espaciado entre palabras dentro de una línea ha de ser uniforme cuando se usa un tipo proporcional sin que importe la presencia de signos de puntuación. En cuanto a los textos en tipos monoespaciados, sigue teniendo cierta aceptación el uso de dos espacios entre oraciones.

Hay argumentos basados en legibilidad a favor y en contra del doble espaciado, así que es muy probable que las diferencias individuales e incluso los propios gustos primen frente a hipotéticas leyes absolutas de legibilidad. Queda ilustrado con un par de ejemplos. Primero, en tipo proporcional, el primer punto con espaciado sencillo y el segundo punto con espaciado doble:

  1. This is the first sentence of our little legibility experiment. Here comes the second sentence. This is the third and last sentence of this little legibility experiment.
  2. This is the first sentence of our little legibility experiment.  Here comes the second sentence.  This is the third and last sentence of this little legibility experiment.

Ahora, en tipo monoespaciado, el primer punto con espaciado sencillo y el segundo punto con espaciado doble:

  1. This is the first sentence of our little legibility experiment. Here comes the second sentence. This is the third and last sentence of this little legibility experiment.
  2. This is the first sentence of our little legibility experiment.  Here comes the second sentence.  This is the third and last sentence of this little legibility experiment.

¿Cuál se lee mejor? Probablemente, la diferencia es inapreciable.

Apunte histórico sobre los usos ingleses del espacio

Tradicionalmente, en los textos impresos en inglés se usaba un registro de espacios bastante rico con el objetivo de mejorar la legibilidad y la apariencia estética del texto. En concreto, el espaciado entre palabras dentro de una oración era más fino que el espaciado entre oraciones. La proliferación del uso de máquinas de escribir a finales del siglo XIX y durante buena parte del siglo XX llevó la tipografía al hombre de la calle, quien adoptó ciertas normas de escritura derivadas de la práctica del impresor y adaptadas al medio monoespaciado que imponía la máquina de escribir:

Con el correr de las décadas a lo largo del siglo XX, el interés por reducir costes simplificó las técnicas tipográficas usadas en muchos medios baratos y populares. El espaciado sencillo y uniforme se impuso. Por su parte, la prensa, siempre buscando el uso más económico del espacio, nunca fue muy amiga de las florituras, los tipos grandes y los espacios innecesarios.

A finales del siglo XX llegó la revolución del desktop publishing (autoedición): el uso de sistemas informáticos para producir documentos impresos de forma relativamente barata. De pronto, las capacidades de una imprenta profesional llegaban a la pequeña empresa y a los hogares, pero la vergonzosamente mala calidad de muchos de estos programas (incluyo aquí cierto procesador de textos injustificablemente popular entre los oficinistas), así como una escasa formación en el arte de la tipografía, hicieron que los resultados fueran a menudo más similares a las más baratas publicaciones pulp que a impresiones más bellas y ortodoxas.

En el terreno profesional, algo cambió en la apreciación estética dominante entre los tipógrafos y diseñadores gráficos. El espacio en blanco, otrora apreciado como un bello alivio comparable al silencio en la música, ahora se convertía en una mera distracción. Los textos impresos se convirtieron en un paroxismo del amor por la tinta negra y la pesadilla del lector con astigmatismo.

La situación actual en el mundillo angloparlante tiene poco que ver con lo que marcaban las tradiciones antiguas. El espaciado tiende a ser uniforme; el doble espacio entre oraciones se ve como un vestigio de un pasado monoespaciado que colisiona frontalmente con un mundo escrito en tipografía proporcional.

De lectura muy recomendable es el artículo de la Wikipedia en inglés (enlace a la versión editada el 16 de febrero de 2010 a las 20:21) sobre el uso de doble espacio al final de las oraciones.

La situación en España

Lo dicho hace referencia a la lengua inglesa. Habría que ver qué sucede en español. Dice el Diccionario panhispánico de dudas que entre el punto que marca el final de una oración y el comienzo de la oración siguiente dentro de un mismo párrafo ha de haber un único espacio, así que el uso de doble espacio entre oraciones en español es incorrecto.


Categorías: Lingüística

Permalink: http://sgcg.es/articulos/2010/02/17/espaciado-entre-oraciones/